lunes, 28 de abril de 2008

Opio en las nubes - Análisis


Por: Daniel Gaona


La literatura contemporánea conserva aun, tanto en el fondo y en la forma, tendencias vanguardistas conjugadas con modismos actuales. Opio en las nubes guarda aun esa tendencia surrealista, conjugada con aires sociales negativistas. Para analizar esta obra podríamos dividirla, para su mayor comprensión, en la parte literaria y en el fondo oculto u oscuro de la obra. Siendo así, debemos analizar tanto los personajes, el espacio, la focalización, el ritmo y el tiempo; como los rasgos sociales presentes en la obra.

Los personajes de Chaparro son personajes frívolos, depresivos, conjugados en un mundo de sexo, alcohol, muerte, frialdad y soledad. Van desde un gato que habla como testigo de la realidad (o talvez irrealidad) cotidiana de su dueña; hasta un muerto que nos cuenta su muerte desde el más allá. Son personajes que sufren, que miran a la sociedad con desasoceigo y hasta con cierta repugnancia. Algunos desde afuera, “la libertad”, “la sociedad” – “la soledad”; otros desde rejas, soñando con volar y cuidar un rebaño. Además, un rasgo interesante es que todos los personajes se enlazan de alguna manera en la historia de otros. Por ejemplo, y premiando la suspicacia del lector, Daisy ingresa en la historia de Sven en el hospital oculto tras una frase: “en urgencias había un marica acuchillado”. Pink Tomate entra al inicio de Unas babitas, Dos babitas, y Amarilla constantemente entra en la obra.

El espacio, por su lado, es tétrico y oscuro; por ejemplificar podemos enlistar: un bar, una casa desolada, un hospital, una cárcel, una ambulancia, un hipódromo. Además, si contamos como espacio las canciones sueltas que forman el ambiente de la obra y tejen la entereza de la tristeza, encontraremos canciones (en especial rock; algo de regae) tristes y un tanto oscuras: “Spend the night together”, “I can´t get no Satisfaction”, “I want a trip, trip, trip”. Del mismo modo, Chaparro describe nunca al espacio con un sol radiante que saca olor a rosa de los campos, con niños corriendo felices, con Gary y Max corriendo libres en la pradera. No. Por el contrario, sus descripciones son lúgubres, un tanto oscuras: poco sobrias.

En lo que respecta a ritmo, las percepciones del tiempo son un poco ambiguas ya que si consideramos el tiempo cuanto a cuento, estas podrían ser simples, lineales o con saltos poco importantes. Sin embargo, si consideramos a toda la obra, y si consideramos que los personajes aparecen y desaparecen podemos conceder carácter de ambigüedad al tiempo: complejo en conjunto, sencillo por separado. Por otro lado, el ritmo de la narración es vertiginoso, especialmente, con el uso de expresiones y monosílabos que emulan el habla o pensamiento cotidiano. El uso frecuente de comas, de oraciones cortas acelera el ritmo y le da movilidad al texto.

Asimismo, debemos analizar el fondo de la obra, la critica social, no tanto al sistema de gobierno como a la forma de vida de ahora esta presente. Es una crítica constante a la sociedad y a su vida. La verdad es que no es difícil encontrar rasgos de la obra de chaparro en la sociedad, esa desolación, esa tristeza. Hay algo de realismo en su obra, un realismo oscuro; en palabras de Pink Tomate: “…en verdad todo esta jodido”.

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