Muchos críticos y personas que estudian sobre la literatura de nuestro país, tratan de explicar toda la obra de Pablo Palacio por medio de su locura ya que por ser en muchos casos irónica y desconcertante experiencia de un relato sin personajes ni argumento propiamente dichos, nos hace pensar mucho en su habilidad de escritor. De acuerdo a mi criterio, todas estas personas están erradas, es un don innato de Palacio llevarnos de una a otra histario en tan solo pocas palabras y sobretodo hacer que el lector de una manera sutil siga penetrado en la historia hasta el descenlace final, pero hay veces que me detenía en alguna parte de sus cuentos hasta tratar de comprenderlos, pero llegue a la conclusión que no es necesario esto, sino lo que verdaderamente importa es la forma y la técnica vanguardista que usa para dar el inicio a una literatura extravagante pero sobre todo muy pero muy solitaria.
Por ejemplo en vida de ahorcado, el autor habla en primera persona, encarnado en la figura de Andrés que le va a dar vida en esas páginas, y todas sus ideas, sus obsesiones, las va a dar un tinte muy oscuro, ya que en la mayoría de sus personajes nunca deja de lado al sifrimiento, crueldad y a lo hostil de la soledad. Se ve también como lo dijimos anteriormente que corta el hilo de su narración a cada instante, no tanto por dar un matiz de originalidad a sus obras, sino que esas incoherencias, nacen de su yo de su mundo silitario que vive él. Casi no hay capítulo en donde no se interrumpa de pronto el curso normal de sus ideas, para dar un algo incomprensible característico del autor. El lector debe cobrar cierta habilidad e irse aconstumbrabdo para saltar de trama en trama.
No podemos justificar su habilidad de escritor a su locura, sino que unicamente debemos apreciar como un legado o por decirlo así como el mejor legado que nos dejó para los ecuatorianos. Aprender sa leer a Palacio, es encontrar un túnel sin fin, por que cada palabra que escribe va más allá de nuestros pensamientos dando paso a ese mundo que el autor nos quizó transmitir, que es de soledad, lleno de impresiones anonadantes que con solo leerlas podemos sentirlas que nos sucede a nosotros mismo.
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